Una apacible tarde de abril, quedé en mi morada con mi amigo
Scythe para instalar en mi ordenador juegos antiguos. Esto dio lugar a una
apasionante tarde en la que sacamos a relucir nuestros instintos competitivos
más primarios y regresamos a aquellas etapas doradas de la infancia y la
adolescencia. En esos años, éramos felices con los primitivos “Spectrum” (donde
los videojuegos iban en cintas de cassette y provocaban un sonido escalofriante
al cargarse) y con las primeras videoconsolas que salieron al mercado… nada que
ver con las sofisticadas videoconsolas actuales y sus juegos delirantes
que tienen lobotomizados a los niños de hoy en día.
Estos sucesos me causaron una profunda nostalgia y una serie
de reflexiones que quiero compartir en este post, a modo de “memoria histórica”:
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El arte de la fotografía: antes un carrete de 24 fotos
en una cámara era un instrumento muy valioso que había que racionar y sacarle
el máximo rendimiento. Cada fotografía era escrupulosamente realizada, y el día
del revelado era un momento de gran emoción: “¿Cómo habrá salido la foto que me
hice con MariPuri este último verano?" "¿Habré salido bien en la foto que nos
hicimos en el bautizo de Manolín?”. No habías salido de la tienda y ya estabas
mirando las fotos… ¿ahora? ¡ahora! Con las cámaras digitales, chorrocientas mil
fotos realizadas de manera compulsiva, y a cual más estúpida…
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Recuerdo hace años, cuando sólo existían teléfonos
fijos, que uno era capaz de quedarse un sábado por la tarde-noche en casa
esperando la llamada cierta persona… y cuando sonaba el teléfono, te daba un
vuelco el corazón y corrías a cogerlo ates de que lo pudiera hacer cualquier
otra persona. Cerrabas la puerta, bajabas la voz y te enfrascabas en
conversaciones profundas… ¿ahora? ¡ahora! Con la invasión de los teléfonos
móviles, vas caminando al lado de un campo abandonado y lleno de fiemo, y
entonces te suena el politono de Michel Teló, ves quién te está llamando… “sí,
hola, cariño, estoy caminando al lado de un montón de mierda…”
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Recuerdo cuando la música funcionaba a base de
discos-tocadiscos y cintas de cassette-walkman. Entonces se vendían los discos
por millones y cuando algún artista de renombre sacaba un álbum, era todo un
acontecimiento mundial… por no hablar de cómo estimulaba nuestras dotes de
cálculo el hecho de adelantar y rebobinar las cintas de cassette hasta dar
justo con el comienzo de la canción deseada. ¿Ahora? ¡Ahora! Millones de
canciones al alcance de la mano… ¡bah! Demasiado “masticado”.
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Recuerdo cuando ni los coches ni las casas tenían aire
acondicionado. Me encantaba (y me encanta) en verano ponerme el ventilador,
tumbarme en el sofá y leer un libro. O en el coche, bajar las ventanillas y
despeinarme con el viendo africano. ¿Ahora? ¡Ahora! Parece que si no tienes
aire acondicionado eres un extraterrestre.
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Antes te ibas de vacaciones a Cullera o a Salou y era
toda una aventura que esperabas con impaciencia todo el año ¿ahora? ¡ahora! si
no te vas a Cancún o a China… ¡no eres nadie!
En fin, y así podríamos seguir… lo peor es que “Ellos” han
conseguido idiotizarnos y meternos en la cabeza que este tipo de cambios
representan el “progreso”, la “evolución”, el “cambio”, el “bienestar”…
mientras el paro llega al 25%, mucha gente tiene que rebuscar entre las
basuras, el poder adquisitivo de las clases medias se ha reducido en los
últimos 20 años una burrada (y últimamente, más todavía) y todo el país está
endeudado por décadas… pero bueno, eso será objeto de otros post.
8 comentarios:
Una cosa es que a ti te gusten más los métodos arcaicos de buscar una canción, por ejemplo.
Ambas partes (pasado/actualidad) tienen sus pros y sus contras, pero estoy de acuerdo en que en la actualidad está todo demasiado deshumanizado. Pero, insisto, es culpa de los humanos mismos, no de la tecnología.
1 – El que los carretes fuesen “más valiosos y hubiese que racionarlos” también hacia que la mayoría de las fotos fuesen aburridos posados con sonrisa forzada. Ahora se sacan miles de fotos tontas, pero mucho más espontáneas e interesantes de volver a ver pasado un tiempo.
2 – Los teléfonos móviles. No dirás q no te alegras de llevar uno si te deja tirado el coche en la carretera un sábado por la noche… ¡espera! Es cierto, a ti no te pasaría pq te quedarías en casa esperando q te llamase cierta persona para luego bajar la voz… mientras tu hermano pequeño te espía desde el supletorio del pasillo… ¡como lo echo de menos!
Por cierto, tú paseas por sitios muy raros…
3 – Cintas cassette, como me gustaba cuando se enganchaban y al sacarlas se desenroscaban todas (si tenías suerte y no se rompía)… Por no hablar cuando intentabas grabar una canción de la radio y no había forma de hacerlo sin q los locutores metiesen algún comentario chorra. Supongo q siempre estaba la opción de comprarte el disco entero aunq sólo te gustase una canción.
4 – El aire acondicionado no puedo defenderlo por más que lo intente
5 – Lo de las vacaciones depende más de la persona, a mi personalmente lo q me gusta es el salir de la rutina del resto del año y para eso ya me valdría el pueblo de al lado… pero el tener un abanico más amplio donde escoger nunca es algo malo.
Conclusión:
Quédate con tú nostalgia q yo seguiré dejando q la tecnología me lobotomice.
PS: Joder! Como se nota q no tengo ganas de estudiar
:-P
Estoy a favor del progreso tecnológico, pero a lo mejor no hemos sabido usarlo. Creo que nadie puede discutir que su aplicación ha sido muy positiva en campos como la sanidad, la educación, el trabajo, el transporte,… pero introducir la tecnología en nuestras vidas privadas, en nuestros momentos de ocio nos ha hecho mucho daño.
Sólo hay que ver que un 15% de la población padece problemas o algún tipo de trastorno relacionado con la mente, que un 25% de los niños menores de 12 años padece sobrepeso, y que la gente ya no tiene esa ilusión y motivación por las cosas como tenían nuestros padres y abuelos. Por desgracia, con los años todas esas carencias afectivas y emocionales acaban saliendo y pasando factura.
Está claro que no será culpa únicamente de la tecnología, pero sí que ha contribuido bastante junto con el nivel de vida actual, claramente por encima de nuestras posibilidades.
Así que a luchar para que la tecnología y la ciencia sigan progresando, pero tengamos cabeza y rectifiquemos a tiempo para no caer en la asquerosa tentación de usarla a todas horas en las comodidades que nos rodean, pues el camino más fácil no es necesariamente el mejor.
Los vinilos. . . los cassetes, ¿sabeis lo que costaba un tocata o un disco en la decada de los 80? os lo dire yo, lo mas simple, al menos 120 eur, un "Hifi" de lo mas tirado 400, solo el tocata. . . un maxisingle. . 6 a 9 eur, ufff! y para hacer copias, ni os cuento. Y os digo, viva el Cd, el Pc, la conectividad y el mp3, 4 y los que vengan !
Si, claro, el coche sin aire, y menudas vomitadas por el mareo y golpes de calor, el magnifico domingo, domingero, de playa y luego subete al seat 127 con asientos de plastico y a 40º. . no dire mas.
Las vacaciones, pues yo he descubierto Salou de adulto, con las primeras nominas, y considero que creci en un entorno sin problemas, Cancun y China? si, por callejeros viajeros.
Joan V
Recientemente nos hemos sacado un bono familiar para ir toda la temporada al parque de actracciones, los niños son 6 y 3 ahora, yo no tengo recuerdos de cuando era niño haber ido, realmente un par de imagenes vagas. . mis padres me dijeron, uhii ! si un monton de veces ! que posiblemente fueran 3 o 4 a lo sumo, si pudiera verme por una camara del tiempo, me imagino la excitacion de tal "excepcionalidad" en mi vida de aquellos tiempos.
En lo poco de la temporada, ya he llevado a los niños 3 veces y el mayor ya esta contando lo que le falta y lo que ya no le interesa, ¿falta de ilusion por exceso? un quizas, pero no por eso quiere dejar de ir.
Ahora bien, como padres, ¿que provecho podemos sacar de este exceso? pues el que nuestros hijos valoren el tiempo que estamos compartiendo con ellos, la satisfación de que quizas, de mayores nos recuerden como dias felices. Lo cual sin duda, contribuira a su desarrollo afectivo y emocional positivamente.
Ademas, si podemos conservar algun recuerdo grafico, gracias a las nuevas tecnologias, pues mejor.
Asi pues, esta en nuestras manos el que le sepamos como sacarle provecho a los recursos de los cuales podamos disponer.
Desde luego, el post tiene un tono humorístico, pues si no fuera por la tecnología, por ejemplo, este blog no existiría y yo no podría estar aquí difundiendo mis pensares y comunicándome con todos vosotros.
De todas maneras, dejo una última cosa de la que se ha perdido el encanto, y que me olvidé de poner: el escribir cartas. Las generaciones actuales apenas conocen el arte de escribir una postal, o una carta de tu puño y letra y echarla en el buzón con toda la emoción del mundo. No hay nada más perdurable en el recuerdo que una carta escrita con el puño y letra de una persona que te importa o que te importó en su día; nada que ver con los fríos y rápidos correos electrónicos de la actualidad...
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