Choto

11 de noviembre de 2012

Carta a un hijo de puta


Esta pasada noche ocurrió lo siguiente: venía con mis padres de Benicassim a Castellón por la carretera N-340. Mi padre iba a algo más de 100 km/h, venía un coche de frente, estaba cerca, claramente visible... y de repente, un coche detrás de nosotros nos adelanta, provocando que nosotros nos echáramos al arcén y el que venía de frente hiciera lo mismo. El que nos adelantaba pasó a escasos MILÍMETROS del que venía de frente.


A pesar de llevar una década conduciendo y haber visto mucho conductor temerario, no había visto algo así nunca. Tanto desprecio por la vida propia y la de los demás. “Adelanto ahora porque me sale de los cojones y tú, cabrón que vienes de frente, apártate”.

No sé por qué, tengo la impresión de que la gente que conduce de esa manera no suele leer blogs, ni tampoco libros, ni nada de nada. Es posible que no sepa ni leer, y si alguna vez supo, tal vez se le haya olvidado. Aun así, me gustaría dedicarle la siguiente carta:


“Odiado hijo de puta:

No sé casi nada de ti. Ignoro tu edad, tu profesión, o si te maltrataban de pequeño. Lo único que sé es que sobras de la carretera. Posiblemente, también sobres del Planeta Tierra, porque si aceptamos que todo el mundo tiene una misión que cumplir en esta vida ¿cuál es la tuya? ¿acabar con la vida de gente inocente?

Todos somos seres humanos, y por tanto, todos cometemos errores. Pero lo tuyo no es un error. Lo tuyo es una combinación de maldad, estupidez y algo que no sé muy bien como definir. Ese algo que hace que, a pesar de tu apariencia de ser humano, para mí seas igual que la cucaracha más repugnante. Que seas una rata. Basura, escoria. No te llamo subnormal, porque esta comparación sería un brutal insulto a los auténticos subnormales, personas muchas de ellas trabajadoras, luchadoras y capaces de aportar muchas cosas buenas y muchos sentimientos positivos a esta sociedad, algo de lo que tú eres incapaz.

¿Quién te crees que eres, Fernando Alonso? ¿John Wayne? ¿A quién quieres impresionar? Puede que a alguna niñata estúpida le parezcas supersexy y superguay. Pero a los ojos de una mujer, de cualquier mujer, seguro que eres la misma mierda que ante los míos.

Ya sé que esto de pensar no es lo tuyo, y no se te da bien, pero haré un último intento: ¿has pensado en la persona que iba en el otro coche? Tal vez sea un cerdo al volante como tú (que me perdonen los cerdos...). Pero lo más probable es que fuera alguien que, simplemente, se dirigía hacia alguna parte. Alguien con una vida, tal vez incluso con una familia ¿y si la familia también iba en ese coche? ¿y si había niños en el asiento de detrás? Gusano asqueroso... no, decir que pienses en algo de esto me parece demasiado.

Qué hijo de puta eres.

Tal vez el cine te guste más que la lectura. En ese caso ¿has visto una película llamada “Saw”? Trata de un asesino en serie que tortura y mata a gente que no sabe apreciar su propia vida. Si en la vida real existiera un “Jigsaw” y vigilara tus movimientos, seguro que él te atormentaría y torturaría doblemente: por tu vida y por la vida (o vidas) que pudiera transportar el coche de enfrente. ¿Qué digo doblemente? Triplemente. O cuadruplemente. Por cabrón.

Tú haces que un acto de libertad individual como es conducir no me guste en ciertas carreteras y a determinadas horas. No me gusta porque no quiero encontrarme contigo, no sólo por miedo, sino sobre todo por ASCO. Maldito seas.

Que te den.”

1 comentarios:

Por desgracia amigo jurisprudencio hay demasiados de esos en la carretera, milagrosamente ellos nunca se ven involucrados en ningun accidente ni los pillan nunca los policias de tráfico. A todos ellos les haria falta un buen escarmiento por ser asi de kamikazes sin pensar en la vida del resto de conductores de la carretera.
 

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